viernes, 27 de diciembre de 2013

Para ti

¿Sabes? Hay veces en que realmente te olvido. Olvido que exististe alguna vez. Olvido que te quise. Olvido todo lo que ocurrió. Son esos días soleados en los que me divierto en serio con mis amigos. Actualmente sucede con más frecuencia y dura mucho más que antes. Es una felicidad plena, llenadora.
Pero admito que hay días horribles. Días en los que no importa cuán brillante esté el sol, simplemente todo se ve oscuro. Se parte el corazón, se oprime el pecho. Cuesta respirar, cuesta tanto respirar. En esos días lloro en mi interior. Esos días te odio o te añoro, tanto que llega a ser doloroso. Es tan doloroso.
¿Sabes qué es lo que más duele? Jamás hubo despedida. Jamás pensé que pasaría algo así, después de todo. Y supongo que lo tuyo sólo fue un loco impulso del momento.
Realmente no te odio, ¿sabes? A veces simplemente quiero odiarte, puesto que es mucho mejor que sentir ese intenso dolor.
Te extraño. Admito que te extraño.
Y aún no puedo creer que hayas muerto.

PD: Aún te quiero.



"Para ti"

sábado, 9 de noviembre de 2013

Recurrentes pensamientos de la oscuridad absoluta

Quiero pensar con todas mis fuerzas que es distinto, que junto a mi contexto he cambiado. Que barbaridad. No puedo engañar a nadie. Ni aunque lo simulase completamente confiada, ni yo me creería esa ridícula farsa.
Sensible. Crédula, demasiado. Sigo siendo esa estúpida niña de 16, aquella que se vestía de negro, aquella que se juraba de estilo emo-gótico. Sigo siendo la misma, aquella que escuchaba horas y horas música deprimente para sólo hundirse más y más en aquel agujero de pensamientos que ella misma se creó.
Pero juro que quiero cambiar, desde hace ya tiempo. Quiero decir, está bien, quizás esa muchacha no provocó su muerte, pero ella simplemente estaba tan centrada en "su desgracia" - completamente exagerada - que no se percató de nada hasta que era demasiado tarde.
"¿Estás contenta?", creo que me diría a mi yo pasado, "Ahora sí que tienes algo por lo que estar realmente mal".
No. Ya no me tiene excesivamente mal. Simplemente aún no me puedo perdonar lo sucedido. Por ello, sólo quiero cambiar. Dejar de ser esa niña, aquella muchacha que se hacía llamar "Steph", aquella muchacha que no estuvo ahí para aquel sensible personaje.
Quiero decir, ni siquiera se percató de la miseria que lo rodeaba, aquella miseria que lo llevó a acabar con su vida. ¿Cómo no querría dejar de ser ella?
¿Lo que más temo? Que todo se vuelva a repetir. Tres años me ha tomado sana a duras penas mi pobre corazón. Creo que no podría soportarlo de nuevo. No, no esta vez.
Pero, ¡vamos! A punto de cumplir la veintena, aún no puedo dejar a esa tan apagada muchacha fuera de mi ser. He querido esconderla, taparla con un millar de colores, sonrisas, historias, pero ahí está, acechando como una espantosa aparición sacada de una película de terror. Y vive recordándome aquel doloroso momento. Y creo que lo seguirá haciendo.

"Recurrentes pensamientos de la oscuridad absoluta"

domingo, 11 de agosto de 2013

Fragmentos de mi caleidoscopio personal

Fue extraño, tan extraño. No podía parar de llorar, pero ninguna lágrima caía. Pero mi pecho se sentía pesado, como si no pudiese parar de llorar. Simplemente había sido horrible. Aquel sueño, despertar en medio de la noche y recordar mi realidad. Fue simplemente aterrador.
Juro que durante un año entero hice todo lo que estaba en mis manos por mantenernos unidos, a todos. Pero simplemente me cansé de intentar.
Y ahora no pueden parar, lágrimas invisibles inundándome al recordar lo separados que estamos los que fueron realmente unidos.

"Fragmentos de mi caleidoscopio personal"

domingo, 26 de mayo de 2013

Con tiza sobre piedra

Confieso. Confieso que soy nadie. Soy nadie y a la vez todo. Confieso que quiero sentirme importante, que quiero que me mimen, que me estimen, que me consideren alguien relevante. Confieso que soy insignificante.
Confieso que he mentido, más de una vez. Confieso que fui mitómana. Confieso que llegué a tal punto de creer cada una de mis mentiras.
Confieso que amé. En mi vida, a solo tres hombres. Confieso que la primera me decepcionó; suicidio. Confieso que la segunda me amó y lo amé con demasía. Confieso que tuve miedo. Confieso que cobardemente le dejé. Confieso que suelo arrepentirme de ello. Confieso que la tercera persona fue mi mejor amigo. Confieso que nos distanciamos. Confieso que nunca le confesé  nada.
Confieso que muchas veces suelo odiarme. Confieso que odio mi carácter tímido. Confieso que odio mi cobardía. Confieso que muchas veces quise cambiar. Confieso que no llevó a nada.
Confieso que una sola vez quise realmente morir. Confieso que no me atreví a hacer nada.
Confieso que odio la cobardía que tuvo mi primer amor. Confieso que le odio.

Con una mano en el corazón, confieso todo lo que me atormenta.

"Con tiza sobre piedra"