La muerte no es nada, ningún impedimento para mi alma en pena.
Te observo, mi dulce príncipe. Camino a tu lado en todo momento, y eso me hace sentir tan viva.
Y al caer la noche, la magia se aviva. Tú me observas tal como yo a ti, me abrazas y me amas como siempre debió de haber sido.
Al amanecer, la magia se acaba, y yo vuelvo a ser sólo un pedazo de lo que alguna vez fui.
"Borrón"